El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, aseguró que el cuerpo del sin vida del bebé Tadeo fue introducido en el penal de San Miguel por una disputa en el control de reclusorio y así desestabilizarlo.
Durante una conferencia de prensa, Barbosa Huerta rechazó que el caso esté relacionado con la introducción de drogas o con rituales esotéricos, ya que todas las pruebas arrojaron que el interés de los involucrados era el de desestabilizar la vida interna en San Miguel.
“Seguramente seguirán apareciendo hechos, pero lo fundamental ya está, la razón de esto, eso es un asunto que a todos nos mueve, cuáles fueron las motivaciones de estos presuntos delincuentes para haber introducido el cadáver del niño Tadeo y no hay otra más que esta disputa por el control del reclusorio y la desestabilizacion del mismo.
“Desde luego, un ambiente en el que muchos participan dando a conocer hechos no probados y acontecimientos que son parte de una especulación y que abona a la inestabilidad”. dijo el mandatario poblano.
Ayer, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla informó la detención de dos mujeres y solicitó la imputación de tres hombres por su responsabilidad en el caso.
Recordó que la información emanada de su administración son por medio de hechos comprobables, “yo quiero reconocer el trabajo responsable de la fiscalía, la conducción de esta carpeta por ministerios públicos, peritos y agentes ministeriales, desde el gobierno nos sentimos satisfechos de este trabajo que se desarrolló y continúa investigándose”.
El gobernador destacó que el esclarecimiento de lo sucedido era un reclamo social y un compromiso de legalidad para demostrar que en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad.
Anunció que el gobierno estatal encaminará acciones de mejoramiento en el penal de San Miguel para evitar que situaciones como las del menor hallado sin vida vuelvan a ocurrir, mediante un diagnóstico que permita fortalecer la seguridad con las herramientas tecnológicas y retirando del cargo a custodios corruptibles, así como la inversión en infraestructura física para la mejora de las condiciones en el Cereso.
El bebé fue enterrado el 6 de enero en un cementerio de Iztapalapa, en la Ciudad de México, debido a que murió por complicaciones intestinales en un hospital de la capital del país.Posteriormente fue enterrado en un panteón capitalino y exhumado días después para ser trasladado al penal de Puebla, donde apareció entre la basura.