Para que tengas un Feliz martes, entérate de las consecuencias de las violaciones a los derechos humanos en el caso de la empresaria y filántropa, Señorita Socorrito Romero Sánchez, que trasciende a nivel internacional.
El abuso de poder de la Garci-Crespo alcanza dimensiones internacionales en materia de derechos humanos. La diputada viola la ley para ensanchar sus bolsillos y sale ilesa con la protección del Estado.
En teoría, los funcionarios públicos son imágenes sociales que promueven la legalidad en un país que promueve la democracia como pilar de gobierno. Los políticos están para promover y garantizar los derechos humanos.
La Garci-Crespo jamás ha entrado en la categoría de político ejemplar. Los derechos humanos importan poco cuando lo que se quiere es aumentar la fortuna. Por esa única razón la Garci-Crespo ha defraudado a sus electores.
¿Será acaso que deberemos esperar a que el gobierno de Miguel Barbosa Huerta finalice para que la diputada comparezca ante los organismos internacionales correspondientes a rendir cuantas de sus actos? Sin la protección de papá gobierno, la tendrá muy difícil.
Las comisiones Interamericana de Derechos Humanos a nivel regional, y luego la Corte Interamericana de Derechos ya están trabajando en los procesos legales para que, tarde o temprano, sean juzgados por sus ilícitos. La familia Romero Celis ha afirmado que llegarán hasta las últimas instancias para restablecer el derecho universal a la justicia que todo mexicano merece.
Garci-Crespo deberá reparar los daños a todos los afectados, que en este caso son muchas personas. El conjunto de delitos que sigue acumulando la politiquilla serán cobrados. Los tres años de su periodo se han invertido en buscar su beneficio personal.
En este caso la lucha no sólo es por la herencia de la Señorita Socorrito Romero Sánchez, este es un caso en el cual la Garci-Crespo se ha burlado de la ley, ha timado a sus electores y ha abusado del poder que hoy ostenta. Lamentable y vergonzoso esta indignante situación. ¡El que ríe al último, ríe mejor, diputada!