Pekín anunció el jueves que aplicó sanciones contra un grupo no precisado de funcionarios estadounidenses a los que acusó de “inventar mentiras” sobre la situación de los derechos humanos en China.
La medida se adoptó luego de que Washington anunció restricciones de visas para autoridades chinas acusadas de reprimir minorías étnicas y religiosas en la región occidental de Xinjiang.
Las relaciones sino-estadounidenses se encuentran en su punto más bajo en décadas, agravadas recientemente por el aparente apoyo de Pekín a Rusia en su sangrienta invasión de Ucrania.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, urgió la semana pasa a China a “parar su genocidio y crímenes contra la humanidad” en Xinjiang, al tiempo que Washington anunció sanciones contra funcionarios chinos no identificados.
Pekín anunció el jueves que “impondría restricciones recíprocas de visa sobre funcionarios estadounidenses”.
El portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, dijo que las sanciones se aplicarían a “quienes inventaron mentiras sobre temas de derechos humanos que involucran a China, promovieron e implementaron sanciones contra China y dañaron los derechos e intereses de China”.
“Estados Unidos usa el pretexto de los llamados derechos humanos para inventar mentiras maliciosas, y los utiliza para interferir en asuntos internos de China, manchar la imagen de China” y aplicar sanciones contra funcionarios de Pekín, agregó.
Wang no reveló los nombres de los funcionarios sancionados, pero indicó que la medida se tomó de acuerdo con la ley antisanciones chinas adoptada el año pasado.
Grupos de defensa de los derechos humanos denuncian que hasta un millón de uigures y miembros de otras minorías musulmanas han sido detenidos en Xinjiang en una red de “campos de reeducación“, como parte de la política “antiterrorista” china.