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Sancionan a la Garci-Crespo por intimidación y amenazas en juicio hereditario de Socorro Romero Sánchez

 

Una pequeña luz de justicia se asoma en el proceso hereditario lleno de irregularidades

 

El juicio de pelea entre la diputada con licencia, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, o Mónica Caballero Garci-Crespo, su nombre real; en contra de la familia Celis Romero por los 200 millones de pesos adjudicados de la herencia de Socorro Romero Sánchez se ha alargado por un conjunto de irregularidades que han ensuciado el proceso a más no poder.

Eso parece indicar el proceso legal, tras la cancelación de la audiencia programada para el miércoles pasado en el juzgado primero de Tehuacán, Puebla.  Sin previo aviso, el encuentro entre las partes fue cancelado sin explicación alguna. Pero la defensa lo atribuye a un buen indicio.  Lo anterior como consecuencia del amparo interpuesto por la defensa.

Después de una larga lista de irregularidades, Doña Estela Romero Bringas, heredera universal de la fortuna, defendió su derecho a una vida libre de acoso e intimidación. La heredera fue víctima del asedio y las amenazas de la parte acusadora. Se presentaron las pruebas necesarias de los patrullajes que montaron a las afueras de la empresa familiar y del domicilio particular de la heredera, vehículos armados que movieron el pánico y alteraron la estabilidad mental de la señora Romero Bringas.

Al parecer la diputada con licencia, por fin tendrá una sanción legal, aunque para ello tenga que seguir alargándose el juicio. La audiencia se pospuso indefinidamente, en tanto no se defina la sanción correspondiente a la parte acusadora y se reprogramen las pruebas periciales que den continuidad al juicio. La Señora Presidenta Garci-Crespo se hará acreedora a una digna sanción por quebrantar la ley, una vez más.

Cabe aclarar que esta no es la primera queja que la familia Celis Romero entabla ante la vía legal contra los abusos de poder de la entonces diputada, alias Lady Demandas. La cola de delitos y sucias acciones es larga. Sin duda el juez acumula una queja más y la política, una raya más al trigre.