Tres mujeres activistas, pertenecientes a un grupo ecologista, fueron detenidas este viernes, tras intentar adherirse con pegamento a la pintura “El grito” de Edvard Munch, en el Museo Nacional de Oslo, y en protesta por la actividad petrolera de Noruega.
De acuerdo con un comunicado de la Policía local, posteado en su cuenta en Twitter, los guardias de seguridad retuvieron a las jóvenes, impidiendo que tuvieran éxito en su acción, para posteriormente avisar a los agentes. No obstante algunos restos de pegamento quedaron en la vitrina que cubre el cuadro, pero la obra no sufrió daños.
De acuerdo con la agencia NTB, los hechos ocurrieron cuando dos de las activistas trataron de adherirse al cuadro mientras la tercera filmaba la escena mientras gritaba: “No habrá ningún grito cuando la gente muera” y “Ningún grito cuando los políticos ignoran a la ciencia”.
Las activistas, pertenecen al grupo ecologista Stopp Oljetinga (Detengan la actividad petrolera), que en un comunicado aseguró que este acto pretende alertar a la gente y presionar al Gobierno para que cambie la política del principal exportador de gas y petróleo de Europa occidental.
Según declaró una portavoz del grupo a la televisión pública NRK, escogieron “El grito“ (la obra más famosa de Munch) y considerada un cuadro emblemático del expresionismo, para llamar la atención, no obstante, explicaron que no pretendían dañarla.
“Esta es una forma de acción inaceptable. Aunque muchos apoyamos la lucha climática como una de las más importantes de nuestro tiempo, atacar arte de valor incalculable no ayuda para nada a la causa”, declaró la ministra de Cultura noruega, Anette Trettebergstuen.
En las últimas semanas, grupos de activistas contra el cambio climático han cometido acciones similares en todo el mundo, tal como ocurrió con un cuadro de Claude Monet en un museo próximo a Berlín; con “Los Girasoles“, de Van Gogh en Londres; y con la “Masacre en Corea”, de Pablo Picasso, expuesto en Melbourne (Australia).