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El regreso de la Señorita Socorro Romero Sánchez

 

La empresaria Socorro Romero Sánchez acostumbraba a rememorar a sus muertos con suntuosas ofrendas que ella preparaba personalmente. Cada elemento era cuidadosamente seleccionado por la empresaria y ella cocinaba algunos platos tradicionales de la gastronomía mexicana como tamales o mole, más algunos platos típicos como el típico dulce de calabaza o las calaveras de azúcar.

Sin duda Socorrito fue una mujer de tradición y arraigo. La colocación de ofrendas era uno de los compromisos religiosos que Socorrito siguió en vida con gran alegría.  Sus padres, y años más tarde, su querida hermana Francisca Romero Sánchez eran tres de sus más grandes pérdidas.  Sus amados muertos y el anhelo de tenerlos “cerca”, recordarlos amorosamente, y honrar su memoria, impulsaba su esmerado trabajo, año con año.

Muchos años más tarde, la Señorita Socorrito sigue presente en los altares de los tehuacaneros. En muchas casas, además de la Celis Romero, está presente la fotografía de la Señorita Socorro Romero Sánchez,  como muestra de cariño y agradecimiento,  de sus trabajadores, las niñas del orfanatorio, las reclusas, o la iglesia local,  y muchos ciudadanos agradecidos más por todas las bendiciones que “la hija predilecta de Tehuacán” derramó sobre sus vidas. El legado de la Señorita sigue latente y los tehuacaneros son agradecidos y vivifican el recuerdo y alma de Socorrito en Día de Muertos.