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En río revuelto, ganancia de electores

Aquí en el Congreso

 

Por José Antonio Chávez

En Tacubaya, en la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, un grupo de 80 niños y adolescentes se aleja de la violencia y las drogas al acudir a las instalaciones de Traso, una organización sin fines de lucro, que imparte clases de box, orientación nutricional y sicológica como un método para reconstruir el tejido social.

Transformación Social A.C, Traso, luce un cuadrilátero en perfectas condiciones, así como bolsas de “pounching bag” de reciente adquisición.  El mobiliario contrasta con las condiciones exteriores de una de las colonias con altos índices de marginalidad e inseguridad.

Ahí se formó la famosa banda de los Panchitos, y que decir en los años 50¨s fue escenario de la película Los Olvidados, de Luis Buñuel, un contenido que levantó polémica y fue vapuleada en México mientras que a nivel internacional fue galardonada como la mejor película. Hoy goza de la Unesco como patrimonio de la humanidad.

A pesar de que durante más de diez años las labores de Traso no se han interrumpido y cuenta entre sus logros que una de sus entrenadoras fue la cara de la campaña de la marca Nike, como boxeadora joven cuyas aspiraciones se han ido materializando gracias a su entrega, carácter, pero también, al acompañamiento de esta organización.

Los avances y triunfos de Traso con varias generaciones de niños que han optado por el deporte como camino de vida, hoy se encuentran en la desasosiego, pues su mobiliario, uniformes y parte de las herramientas con que trabajan son donativos constantes de la empresa Proyecta Industrial de México.

La empresa especializada en el sector energético ha sido una de las grandes contribuyentes para mantener la causa de Traso durante los últimos años; y saltó al ojo público en los últimos días, luego de que su director general, Daniel Flores Nava, falleciera tras la caída de la aeronave en que viajaba.

Fue el pasado sábado 29 de julio cuando las primeras noticias sobre la tragedia circularon en redes sociales y hasta el día de ayer, la identidad del empresario se ligaba únicamente a su cercanía con el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, sin embargo, lejos de los reflectores de la grilla y el golpeteo político, pues como lector sabrá que en las campañas políticas, las tragedias se usan para mermar a los contrincantes, ello, sin que necesariamente existan elementos sólidos, o incluso, algún dato contundente. Lo que no mancha tizna, dijera el Presidente.

En la cotidianidad, según las directivas de Traso, Daniel Flores Nava, a través de Proyecta Industrial de México, se presentó puntualmente al llamado decembrino de la organización para colaborar y brindar en lo necesario para cubrir las necesidades de ese centro.

 

Sus colaboradores proponían darle vuelo en cobertura con medios, pero sólo lo permitió el último año y que fuera de manera discreta, pues anteponía que si se presumía entonces no era ayuda desinteresada, sino apoyo con interés.

De acuerdo con fuentes cercanas al empresario, éste buscaba consolidar una red de apoyo para asociaciones que dieran respaldo e impulso a niños y jóvenes, la cual inició con Traso, y se extendió a la Fundación Irina Samodaeva, y a organizaciones locales en Veracruz y Tabasco que impulsaban torneos deportivos para niños.

Obviamente son historias de corte social y humanista, difícilmente se difunden, porque a río revuelto, ganancia de pescadores, o, mejor dicho: En época electoral, las tragedias se utilizan para obtener ganancias o apabullar a los adversarios, aunque en medio se atropelle y disminuya la labor y esfuerzo de esos mexicanos que buscaron aportar algo al país.

 

ARRECIAR CONTRA LA OPOSICION

A 35 días para conocer los candidatos que perfilaran las dos alianzas, el PRI, PAN y PRD contra Morena con el Verde y PT, parece que la instrucción del que manda en Palacio Nacional es arreciar la campaña contra la oposición y más a la panista Xóchitl Gálvez que se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza del Presidente.

El mensaje del Presidente de revelar los contratos de la empresa de Xóchitl Gálvez generó una escalada de denuncias de morenistas ante la Fiscalía General de la República, incluso hasta por lavado de dinero.

Naturalmente que la gran mayoría de esas denuncias terminarán en la basura, los morenistas lo saben, sin embargo, el efecto que buscan, en estos 60 días que fue el plazo para seleccionar, en ambos bandos la candidatura Presidencial, es destrozar su imagen de los opositores y con mayor interés a la senadora.

Anote por ejemplo que la represalia del Presidente contra el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno “Alito”, es porque le negó los votos en el Congreso para aprobar sus reformas Eléctrica, Guardia Nacional y la Electoral.

Esa estrategia de no cederle los votos, dicen los que saben que permitió frenarle la reelección al Presidente, que sí tenía contemplada esa figura, vaya reformar la Constitución con la ayuda del PRI, pero simplemente Alito se la negó, ese es el enojo presidencial.

En consecuencia, ahí está la persecución, por un lado, de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores con cateos a propiedades que intenta hacer creer son de Alito. Que decir que hoy Xóchitl Gálvez y el propio Santiago Creel, como presidente de la Cámara de Diputados, han sido los dos personajes con mayor ataque presidencial, a la primera exhibió los contratos de sus empresas y al segundo le juzga de ser güerito ojo azul, obviamente los entrelaza con los conservadores y de corruptos que no tienen llenadera, no los baja. El pleito todavía no arranca y el lodazal no para de salpicar.

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