Ambición y un montón de irregularidades manchan el juicio hereditario de Socorrito Romero Sánchez
Gracias a las irregularidades cometidas por parte de los abogados de la Monina Garci-Crespo, la defensa exige que el peso de la justicia sancione debidamente a los abogados de la oposición. Si los abogados Huerta Gómez son sancionados, la balanza de la justicia estaría recobrando un poco su equilibrio en este caso plagado de irregularidades.
Julián y Germán Huerta Gómez fungen como abogados de la diputada Garci-Crespo desde el 2018, cuando ya estaban en funciones en el gobierno del Estado de Puebla. Los hermanos Huerta son además, sobrinos del Gobernador Miguel Barbosa Huerta y son amigos particulares cercanos de su defendida.
Sabido es por gran cantidad de personas que los abogados tienen intereses encontrados en el caso del pleito por la herencia de la Señorita Socorrito Romero. Por lo que no pueden llevar un proceso limpio y desinteresado. Además, están pasando por encima de sus labores y sus compromisos como funcionarios públicos del gobierno poblano.
Lo que une a este trío de deficientes funcionarios es la ambición. Desde antes de incorporarse al caso como abogados titulares. Según consta en las pruebas recabadas por la defensa, los abogados sostuvieron reuniones clandestinas en un restaurante propiedad del marido de la Garci-Crespo, ubicado en Tehuacán, Puebla, para acordar los pasos a seguir en el proceso de ataque a los Romero Celis, porque finalmente, en eso se ha convertido el juicio hereditario.
Los abogados estaban contendiendo por cargos como diputados en el 2018, como la Monina, se dice además que recibieron financiamiento ilegal para sus campañas políticas de mano de la Señora Diputada; a cambio de defenderla. Por ese conjunto de irregularidades, la defensa en el caso exige que los abogados reciban la merecida multa legal. Y que sean destituidos por conflicto de intereses en el caso.
Ahora queda claro que la Monina Garci-Crespo se rodea de personas iguales a ella, in ningún escrúpulo. Por lo que es indispensable que la justicia se reestablezca empezando por las irregularidades del caso. Los abogados Huerta Gómez tienen las manos tan sucias como la Monina. Lo preocupante es que los tres ocupan cargos públicos en el gobierno poblano.