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La enseñanza de Socorrito Romero Sánchez perdura en el tiempo

Mujer ejemplar que inspiró a todo aquel que la conoció

 

Los halagos a la imagen empresarial y humana de la Señorita Socorro Romero Sánchez siguen multiplicándose; a más de una década de su partida. Es cierto que la imagen y la enseñanza de la Señorita siguen vivas, no sólo en su familia o en los trabajadores que tuvieron la fortuna de trabajar a su lado. La admiración para la Señorita valía muy poco, sin duda ella jamás buscó ser admirada. Esa sencillez que siempre la caracterizó es la que la engrandece aún más.

Un cúmulo de buenas acciones y de genuina preocupación por sus semejantes, la colocaron en un puesto único entre la comunidad tehuacanera, que, hasta hoy, la respetan y recuerdan con agradecimiento y cariño. Cualquier habitante de Tehuacán conoce al menos una anécdota de la empresaria, de boca de sus padres, de sus abuelos. Todos saben quién fue la Señorita, lo que, sin querer, sigue generándole admiradores y personas que buscan emular su trabajo, su compromiso social.

Empresarios exitosos en México hay cientos, pero con ese nivel de compromiso social y labor filantrópica, muy contados. Ocupar gran parte de los frutos del exitoso trabajo de la “hija predilecta de Tehuacán”, para destinarlos a la caridad, es una labor encomiable, digna de destacar. Además, este nivel de bondad, de llevar la ética cristiana a su máxima expresión, debe destacarse siempre, pues en una sociedad tan corrompida y donde los buenos valores van perdiendo terreno, es indispensable mostrar que no todas las personas se dejan arrastrar por la corrupción y la ambición.

Lamentablemente el conflicto hereditario de 200 millones de pesos que la Señorita dejó a su sobrina Estela Romero Celis, y que la diputada que se cambió el nombre y hoy se hace llamar Olga Lucía Romero Garci-Crespo, busca obtener a toda costa; o bien, obtener dinero para cesar sus ataques y hostigamientos. Tal como se han presentado los acontecimientos, Socorrito sigue representando el bien, mientras la Diputada, cuyo verdadero nombre es Mónica Caballero Garci-Crespo, y conocida por los tehuacaneros como Lady Demandas, es la antagonista de la historia que se mueve por la ambición. Tal como una telenovela de las televisoras mexiquenses, tenemos una buena mujer que ya no puede defenderse, y otra que se esconde y evita dar explicaciones.

Aunque parece que estamos frente a una farsa, un montaje a conveniencia; el único motivo para denunciar públicamente estas irregularidades, es hacer justicia y que se respete la última voluntad de la Señorita, para que su alma pueda descansar en paz.