El burro hablando de orejas
La diputada Olga Lucía Romero Garci-Crespo o Mónica Caballero Garci-Crespo, tiene la sangre fría para acusar a los albaceas legales de la herencia de la empresaria Socorro Romero Sánchez, de falta de escrúpulos y moral. Vaya las ironías de la vida, acusar a otros de lo que uno mismo padece.
La diputada a quien todos los tehuacaneros conocen ya como Lady Demandas, se precia de ser intachable, insiste que “su gente” la respalda. Lo cierto es que muchos tehuacaneros han sabido más de sus escándalos que de su trabajo y gestión políticos; en otras palabras, de su falta de escrúpulos y moral. Tiene una larga cola que le pisen, por eso solo intenta desviar la atención de la opinión pública.
Resulta que la diputada ha cometido una serie de ilícitos, dentro y fuera del juicio hereditario de la empresaria Socorro Romero Sánchez. Desde lavado de dinero, hasta desaparición de expedientes legales y falsificación de pruebas, delitos que están acumulándose en su historial delictivo. Así que, al hablar de falta de escrúpulos y moral, se está describiendo a sí misma. Por eso resulta gracioso que lo único que ha hecho para “defenderse” es: “Yo no fui, fueron ellos”.
La diputada se distanció de la Señorita Socorro Romero porque no compartían la misma perspectiva ética y moral de la vida. La diputada se ha casado varias veces, ha negado a su padre, ha cobrado distintas herencias. Ello, sin duda, no habría sido aprobado por la Señorita, su ética religiosa, era muy distinta. El burro hablando de orejas, es lo que la diputada denuncia de la familia Celis Romero. Y estar en contra de quienes estuvieron cerca de Socorrito en sus años de vida y agonía, es estar en contra de la misma Socorrito.