El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) lanzó por primera vez en su historia una campaña dirigida a los hombres, a fin de concientizar sobre la violencia que afecta no sólo a las mujeres, sino al género masculino, con el objetivo primordial de invitar al diálogo y replantear las masculinidades en el espacio público, en un momento en que las relaciones entre mujeres y hombres está cambiando.
Al reconocer que es necesario frenar los actos enmarcados en la tríada de las violencias, es decir, cuando el hombre ejerce violencia contra las mujeres y menores, contra otros hombres y contra sí mismo, surgió la necesidad de plantear este tema para terminar con patrones de conducta violentos que lastiman el tejido social.
La campaña se difundirá en medios de comunicación masivos y alternativos como Mexibús, parabuses y otros espacios del 16 de noviembre al 12 de diciembre, para lo cual se invirtieron alrededor de 24 millones de pesos. Aunado a ello, estará de forma permanente en las redes sociales del instituto.
Durante la presentación de la campaña, la presidenta del Inmujeres, Nadine Gasman Zylbermann, explicó que, históricamente, la construcción social entre hombres y mujeres se ha basado en estereotipos y roles de género en donde los hombres conservan privilegios sobre las mujeres, lo que es clave fundamental del sistema patriarcal:
“Es esta base sociocultural la que debemos transformar para tener los cambios que nos hemos planteado y lo tenemos que hacer en toda la sociedad; vivimos en entornos en donde todo tiene etiqueta, la distinción primaria es ser hombre o ser mujer, y esto nos lleva a prácticas machistas porque estas diferencias tienen valores de quién es superior y poniendo a los hombres por encima de las mujeres.”
Explicó que esta campaña tiene la intención de hacer un llamado a los hombres, es una invitación a reflexionar cómo el modelo de masculinidad tradicional les afecta y nos afecta a la sociedad en conjunto, e invitarles a repensar el papel que históricamente han construido.
De acuerdo con datos del Inegi, los homicidios son la primera causa de muerte en hombres entre 15 a 34 años en México. Los hombres fueron los que más perdieron la vida por esta vía, lo que indica que la constante demostración de superioridad y hombría tiene costos reales.
Asimismo, más de 15 mil personas fallecieron en accidentes de transporte durante 2021. Del total de decesos, 81 por ciento corresponde a hombres y 19 por ciento a mujeres.
Respecto al autocuidado, las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en los hombres después de COVID-19.
En relación con las violencias contra las mujeres: en México, 70 por ciento ha experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de la vida. Y 8 de cada 10 agresiones fueron cometidas por hombres.
Se ha documentado que, entre más participan los hombres en las tareas del hogar y del cuidado, menor es el riesgo de las mujeres de sufrir cualquier tipo de violencia: 75 por ciento menos de sufrir violencia emocional y 96 por ciento menos de sufrir violencia sexual. Por ello, la distribución igualitaria de estas labores nos permite tener mejores relaciones.
El coordinador general de Comunicación Social y vocero de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, destacó que estos comportamientos machistas a los que obliga el patriarcado oprimen a las mujeres, pero también a los hombres, pues les niega la capacidad de amar, sentir, expresar sus sentimientos y colaborar en otras tareas:
“Ya es hora de que el machismo lo desterremos de nuestra sociedad, pero esta es una labor de todos, no es exclusivamente de las mujeres; por eso es tan importante esta campaña y hacemos un llamado a los hombres, niños, adolescentes, a reflexionar sobre los estereotipos, a cuestionar las formas de ser hombres.”
El subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Luciano Concheiro Bórquez, sostuvo que es necesario hacer frente a la violencia hacia las mujeres desde una visión de Estado, ya que se está apreciando el fracaso rotundo del modelo de masculinidad con el que se ha construido la civilización y se debe denunciar ese fracaso.
Recordó que hace año y medio la SEP e Inmujeres emitieron las directrices para elaborar e implementar mecanismos de prevención, atención y sanción del hostigamiento y acoso sexual en las Instituciones de Educación Superior (IES).
La titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Fabiola Alanís Sámano, hizo un llamado al Poder Judicial y las áreas de impartición de justicia, para colaborar sin revictimizar a las mujeres. Añadió que trabajarán en conjunto para llegar a las causas de la violencia.
El director general de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud, Juan Manuel Quijada Gaytán, indicó que una de las líneas de la estrategia de prevención de las adicciones es la atención a la violencia, por lo que es indispensable promover la deconstrucción del machismo:
“Preguntémonos quién nos enseñó a ser hombres. Yo recuerdo que me enseñaron a qué no ser, a negar lo femenino. Empecemos a cuestionarnos esto como hombres, para que seamos hombres distintos.”
El director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Arturo Reyes Sandoval, destacó que las instituciones de educación superior tienen el importante compromiso de cambiar a la sociedad.
Señaló que brindar educación no se refiere únicamente a ofrecer instrucción, sino dar ejemplos de vida, inspirar a las niñas y mujeres para que lleguen tan lejos y tan alto como quieran hacerlo a través de la educación que esta casa de estudios les ofrece.
La senadora Olga Sánchez Cordero resaltó que no se habían presenciado esfuerzos institucionales de este calado, que miran el lado del victimario. Propiciar que (los hombres) se miren al espejo y darles la oportunidad de deconstruir esta masculinidad puede ser importante para lograr un México más incluyente.
La campaña fue arropada por diversas organizaciones dedicadas al estudio de masculinidades alternativas que buscan impulsar relaciones más igualitarias y construir una sociedad donde sean respetados los derechos humanos de todas las personas y donde la violencia quede fuera.