Blog Post

Leal trabajador recibió herencia de Socorro Romero Sánchez

 

*´Marcos Garmendia, trabajador del Grupo SRS recibió acciones de la empresa.

La bondad de la Señorita Socorrito Romero Sánchez es una de las características que la engrandecen. Su forma de ser implicaba compartir sus bendiciones con los más necesitados y con quienes se lo merecían. Su capacidad de dar jamás ha estado en duda y merece por ello ser reconocida por siempre.

La calidad humana y moral de la exitosa empresaria no tiene comparación en nuestros días. La Señorita ayudaba, pero no entregaba dinero o bienes a diestra y siniestra. Ella se aseguraba del correcto aprovechamiento de los recursos para que la persona prosperara y generara su propia fuente de empleo.

La gente de Tehuacán recuerda que Socorrito fue madrina de los hijos de sus trabajadores, fue quien financió varios emprendimientos de la gente local. Entre muchas otras acciones altruistas. Socorrito hacía el bien de forma que garantizara el éxito de esas inversiones.

Sin embargo, un caso singular es el del señor Efrén Marcos Garmendia, heredero de la Señorita. Quien, además, es testigo en la firma del testamento de Socorrito y contador público de toda la vida en la empresa de los Romero Celis. Garmendia fue beneficiado en vida con parte de las acciones de la empresa.

¿Cómo es que la Señorita regla acciones a uno de sus trabajadores?  El trabajo del Señor Garmendia, su lealtad a su jefa y su responsabilidad lo hicieron merecedor de este premio. Marcos merecía el preciado regalo más que la Garci-Crespo, por ejemplo, a quien sólo la mueve la codicia y se ensaña con dinero ajeno que no merece.

Muchas personas no forman parte de nuestra familia biológica, pero se convierten en piezas centrales de nuestra vida y se ganan más afecto que nuestros propios familiares. Socorrito jamás se equivocó al ayudar, en vida, a sus seres cercanos o a quién ella consideró merecedores.

Igual ayudó a conocidos y desconocidos. Familiares como sus sobrinos Miguel y Alfonso, a quienes también heredó en vida. El Señor Garmendia se une a lista de personas que la Señorita tenía en alta estima. Y a quienes agradeció con hechos su lealtad.

Algunos tratan, en vano, de ensuciar la imagen de esta maravillosa mujer, motivados por su ambición, terminarán cansándose. Es imposible enturbiar a esta admirable mujer, honor a quien honor merece