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Los milagros de San Patricio: de la expulsión de serpientes de Irlanda a resurrecciones

Cada 17 de marzo, millones de personas en el mundo celebran el Día de San Patricio, una fecha en honor a este santo que falleció en el año 461.

Países como Estados Unidos, Argentina, España y México, donde hay grandes comunidades de origen irlandés, conmemoran este día vistiendo de verde y usando un trébol, un símbolo que representa a la Santísima Trinidad.

Sin embargo, más allá de la festividad, muchos se preguntan: ¿qué hizo San Patricio para ser tan venerado? Según la biografía más conocida sobre él, escrita por el monje Jocelin de Furness, a este santo se le atribuyen más de mil milagros, incluyendo 33 resurrecciones.
San Patricio nació en el año 372 en Kilpatrick, cerca de Dumbarton, en Escocia. Su padre era un oficial del ejército romano y, cuando él tenía solo 16 años, fue capturado por piratas irlandeses.

Lo llevaron como prisionero a Irlanda y allí fue vendido como esclavo, permaneciendo en esta condición durante seis años. Durante ese tiempo, aprendió a hablar el idioma celta.

Después de ese período, logró escapar y viajó a Francia, donde decidió dedicarse a la vida religiosa y se ordenó sacerdote. Sin embargo, su misión no terminó ahí.

san patricio
A los 46 años, decidió regresar a Irlanda para evangelizar a su gente, una tarea que desempeñó por más de 30 años hasta su muerte.

Se dice que su labor fue clave para convertir a Irlanda del paganismo al cristianismo. Fundó más de 700 iglesias y ordenó a 5 mil sacerdotes, además de establecer tradiciones religiosas que aún siguen vigentes.

Milagros atribuidos a San Patricio
Uno de los milagros más famosos de San Patricio es la expulsión de todas las serpientes de Irlanda. En el cristianismo, las serpientes se asocian con Satanás, por lo que se cree que él logró ahuyentarlas hacia el mar, donde murieron. A día de hoy, en Irlanda no hay serpientes, lo que ha mantenido viva esta creencia.

Otro de sus milagros más populares ocurrió cuando llegó a la tierra donde luego se fundó Dublín. Se dice que, al poner un pie allí, profetizó que sería un gran lugar y, de manera milagrosa, hizo brotar un manantial de agua.

También se cuenta que un príncipe irlandés, que dudaba de la resurrección, llevó a San Patricio a la tumba de su abuelo, quien había fallecido hacía poco tiempo. El santo oró con mucha fe y, al cabo de un tiempo, el hombre volvió a la vida.

 

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