La ceguera de Barbosa Huerta ya afectó su cargo. Traidor a Morena con su polémico dedazo para elegir presidenta del partido
¡Feliz sábado! Por fin explotó la bomba en Puebla, tras polémica decisión del señor gobernador Miguel Ángel Barbosa Huerta, quien además de cojear de los pies, cojea de los ojos y no midió las consecuencias de sus polémicas decisiones que recrudecen la división al interior de Morena y se traducen en alta traición a Morena y al proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El puesto de presidente del Movimiento de Regeneración Nacional se encontraba acéfalo, casi desde la fundación del partido. Y ahora que por fin el Comité Directivo Estatal, CDE se reunirá este fin de semana para elegir un líder, el gobernador del estado ejerce un tráfico de influencias descarado al tratar de imponer a la ahora diputada con licencia Olga Lucía Romero Garci-Crespo, del Distrito 15 de Tehuacán, Puebla. El dedazo del gobernador despierta las fuertes criticas de las que ha sido objeto por su nepotista y sucia administración. Recordemos que ya fue demandado legalmente por tráfico de influencias y delitos contra servidores públicos, impuesta por el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Armenta Mier, y que implica también a otros funcionarios cercanos a su gobierno.
El acuerdo era que un hombre debía ocupar esta ocasión la dirigencia del CDE, pero amparado en la paridad de género, Barbosa Huerta se aferra en imponer a Romero Garci-Crespo. Panista de ultraderecha, que ha militado por varios años en Acción Nacional y tiene vínculos con Santiago García Luque, defensor panista del bufete García Alcocer S.C. La fama de la tehuacanera va desde un pleito hereditario por la fortuna de la empresaria avícola Socorro Romero Sánchez, hasta denuncias en su contra por lavado de dinero. Los dos poblanos gozan del repudio de los propios morenistas, pero se aprovechan de su poder para mantener sus privilegios, y burlarse de la Cuarta Transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se prevé que Barbosa Huerta y su protegida se enfrenten a la militancia enfurecida que clama por un alto a los abusos del señor gobernador, quien en su ceguera conveniente y selectiva, solo alcanza a ver por sus intereses y los de su pequeño grupito. ¡Alto al influyentismo de Barbosa y sus amigos! Pero Dios es justo.