A la diputada Garci-Crespo ya nadie le cree nada
La diputada Garci-Crespo es se vende a los electores y a la opinión pública como una política preocupara por la ciudadanía, cercana a la gente y todo es tan falso como su mismo nombre, que realmente es Mónica Caballero Garci-Crespo, y no Olga Lucía Romero Garci-Crespo. Pero la diputada pasa por encima de la ley cuando le conviene para sostener su mundo rosa.
A la diputada Garci-Crespo nadie la conocía en la vida política local. Pero gracias a sus escándalos, su mala fama sigue creciendo en todo México. México la ve como una política interesada que agranda la lista de sus delitos para cumplir sus objetivos y llenarse más los bolsillos. Digamos que es una política “de nueva creación” pero con todos los requisitos para ensuciarse las manos, pero con el cuello impecable. Jamás se ha destacado por su trabajo legislativo en favor de su natal Tehuacán; porque si así fuera, ella sería la primera en pregonar sus “logros”, pero no tiene acciones de gran valor, habla mucho de lo respetable que es, de lo mucho que “su gente” la conoce y respalda; pero, hasta el momento, nadie sabe quién es “su gente”, a no ser gente influyente que le ha permitido seguir impune. Pero los tehuacaneros ya saben la finísima persona que es, nadie confía en ella, tal vez ni su propia familia.
La diputada considera que es muy fácil decir hoy me llamo Mónica, pero mañana me llamaré Olga Lucía. Aunque la diputada culpa a su madre de registrarla como Mónica, y argumenta que ella solo recuperó su verdadero nombre, lo interesante es que la diputada solo rechazó su nombre después de treinta años de vida, y justamente porque podía reclamar la herencia de la empresaria Socorro Romero Sánchez. Cambió de nombre a conveniencia, como todo lo que ella hace. La ambición es lo que hace realmente polémico su nombre ilegal.
La Garci-Crespo está rodeada de delitos y turbias acciones. Pero en eso de llenarse los bolsillos, la querida Lady Demandas, es una profesional destacada. Gracias a sus escándalos y delitos impunes, el rechazo de la gente, de los electores y de sus homólogos, crece cada día más. Cada quién cosecha lo que siembra… Criticable hasta el exceso, la Garci-Crespo cada día cae más y más. Salario.