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Por todas las canicas

PULSO

Eduardo Meraz

Crecido por el triunfo de Morena en el estado de México, el presidente totalmente Palacio Nacional quiere ir por todas las canicas y no se trata únicamente de pintar de guinda todo el territorio nacional, sino de establecer un nuevo pacto social, por lo cual quiere obtener la mayoría calificada en el Congreso.

Confiado en que el “método” utilizado en las elecciones mexiquenses, aunado a los efectos de sus programas sociales, difícilmente podrá sufrir mella importante, sobre todo con una oposición cada vez más disminuida, ya está proyectando un nuevo constituyente, a imagen y semejanza de Venezuela o Cuba, sin descartar los modelos de Nicaragua y Honduras.

Y no se trata de una simple especulación, pues sin tener nada que ver con el contenido de lo expresado en su teatro en atril mañanero de este lunes -5 de junio- emitió en su cuenta de Twitter lo siguiente:

“La gente demanda participar en la construcción de una nueva legalidad y convivencia”.

Es decir, al buen entendedor pocas palabras. Pretende reformar la Constitución de 1917, convencido que su “revolución de las conciencias” ya se encuentra interiorizado en el pensamiento de la sociedad mexicana y, por tanto, ésta aceptará cualquier cambio legal que proponga.

Después de un siglo, el mandatario innombrable quiere prolongar en el tiempo su legado y, como no queriendo, que su nombre se inscriba en letras de oro, en los muros ya sea de la Cámara de Diputados o del Senado de la República, por ser el reformador del pacto social.

Por lo demostrado hasta la fecha en sus casi cinco años de gestión, sus reformas a la Carta Magna se han traducido en la precarización de las condiciones de vida de la mayoría de la población, al ver disminuida la calidad de los servicios de salud, educativos, de seguridad, de obra pública.

La democracia y demás derechos y garantías individuales y colectivas han tenido un retroceso, en aras de una “autenticidad no neoliberal”, en donde sólo el Estado sea el creador y dador de gracias para aquellos merecedores de compartir los beneficios del capitalismo y dejar las migajas para el resto de la población.

Las ambiciones personales y grupales de las mal llamadas “fuerzas políticas” -pues no son ni una cosa ni la otra-, así como su cortedad de miras les impide constituirse en un dique a los apetitos autoritarios del cuatroteísmo, como quedó demostrado también este lunes, en la conferencia conjunta ofrecida.

Los actuales dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD suman más derrotas que victorias en gobiernos y congresos estatales, tanto de manera individual como en alianza, y aún así se mantienen al frente de sus partidos y con una actitud de perdonavidas hacia la sociedad civil a la que, en el mejor de los casos, están dispuestos a escuchar, pero no a cederles espacios y mucho menos poder.

Su apertura a candidaturas y programas externos, hasta el momento, es de dientes para afuera. En tanto no suscriban un pacto político-social de amplio espectro con agrupaciones de la sociedad civil, el habitante temporal de Palacio Nacional tendrá el camino libre para reformar la Constitución a su gusto.

En tanto no se modifiquen la estructuras y formas de funcionamiento y participación social en los partidos políticos de oposición, su convocatoria de un frente amplio será uno más de los llamados a misa, a los que pocos hacen caso.

He dicho.

 

EFECTO DOMINÓ

La próxima semana, del 13 al 15 de junio, se reunirán en el Centro Citibanamex, representantes de la industria del poliuretano; el encuentro UTECH Las Américas 2023, es la reunión más importante de este sector, del que México es el cuarto mercado más importante a nivel mundial, detrás de China, Estados Unidos y Alemania.

 

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