11 Nov 25 - Mar 8:05:am New York

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Propósito y liderazgo positivo en equipos híbridos: Tecmilenio

El rol del propósito como herramienta clave para el liderazgo efectivo en entornos de trabajo híbridos
Liderar en la era del trabajo híbrido ya no es una cuestión de supervisión, sino de inspiración. Mientras que el modelo de trabajo flexible se ha vuelto un estándar, las cifras de compromiso no han seguido el mismo ritmo: 62 % de los empleados a nivel mundial se encuentran en un estado de «renuncia silenciosa» (quiet quitting), según el informe State of the Global Workplace 2025 de Gallup. 

Sostener la alineación y la motivación de los equipos dispersos demanda un liderazgo anclado en el pilar más profundo de la conexión humana: el propósito. 

Como lo afirma Alejandra Preciado, directora de la Maestría en Liderazgo Positivo de Tecmilenio, «en los entornos híbridos, liderar con propósito no es opcional: es una necesidad». Esta afirmación subraya la importancia crítica de integrar un liderazgo basado en el propósito y estrategia de cualquier organización que aspire a prosperar. No se trata de una ventaja competitiva, sino de un requisito indispensable para mantener la cohesión, la productividad y el bienestar del equipo en un panorama laboral dinámico.

Esto se logra a través de comunicación empática y constante. En un entorno híbrido, esta comunicación debe ser intencional y humana; es necesario preguntar «¿cómo se encuentra la persona?», crear espacios seguros para conversaciones honestas, practicar la escucha activa y reconocer a la persona detrás de la pantalla.

Un líder debe comunicar constantemente el «por qué», conectando las tareas diarias con una misión que impacte. Esto clarifica la relevancia individual e inspira pertenencia y compromiso. Un propósito bien articulado no solo motiva, sino que guía decisiones, fomenta la colaboración y construye una cultura de trabajo sólida y resiliente en equipos híbridos.

Se requiere un reconocimiento visible y significativo. Es crucial establecer sistemas y costumbres para celebrar los éxitos, tanto individuales como colectivos, ya sea mediante un reconocimiento público en un canal de comunicación o una felicitación personalizada que refuerce el valor de cada contribución y fortalezca los lazos del equipo.

Es así que se materializa la visión de Maldonado: «Un buen líder híbrido no solo coordina tareas, sino que inspira sentido, conexión y bienestar». Formar directivos capaces de dominar estas herramientas y encarnar este enfoque es el núcleo de la Maestría en Liderazgo Positivo.

En equipos híbridos, es fundamental implementar «rituales de conexión». Estos espacios intencionales, que pueden ser tan simples como destinar los primeros minutos de una reunión a conversaciones informales, son cruciales para fomentar la cohesión. Sirven para fortalecer lazos, promover el conocimiento mutuo y emular los encuentros casuales de la oficina, creando un ambiente donde cada persona se siente valorada.

Un líder debe predicar con el ejemplo, fomentando un equilibrio saludable y legitimando estas prácticas para todo el equipo, creando un ambiente de trabajo positivo y sostenible.

La tecnología es solo el facilitador del trabajo híbrido; el liderazgo con propósito es lo que lo hace humano y exitoso. Como concluye Magali Maldonado, «cuando hay claridad de propósito, la distancia física no implica desconexión emocional».

FUENTE: Gallup, Inc. (2025). State of the Global Workplace: 2025 Report. Gallup, Inc.