Furioso por la imposición de Lourdes Paz como candidata de Morena a sustituirlo en Iztacalco, Armando Quintero pactó ya con el candidato de la alianza X la CDMX, Daniel Ordóñez, inclinar las bases de su equipo para que sea él quien gane la próxima elección.
El alcalde morenista había intentado dejar a su cuñado, Francisco Sánchez, como su relevo, pero nomás no levantó en las encuestas y fue ubicado en último lugar, aunque de consolación lo inscribieron para una diputación federal.
Como Quintero tiene claro que Paz —cercana a Claudia Sheinbaum— no tiene las condiciones para triunfar, prefirió pactar con Ordóñez, quien hace tres años estuvo a punto de ganarle con las siglas del PAN; se quedó en la orilla porque no hubo alianza, si no…
Lo que el alcalde morenista está solicitando es conservar algunos espacios para su gente y, sobre todo, que le hagan paro. O sea, que la oposición no inicie una cacería en su contra, porque no podría resistirla.
A Armando le urge quedar protegido, pues fue uno de los que le jugó las contras a Clara Brugada en la lucha por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, donde apoyó a Omar Hamid García Harfuch.
Con Ordóñez, a quien conoce desde los tiempos en que ambos militaban en el PRD, puede llegar a acuerdos y, además de que le garantice impunidad, sería también un guiño de paz a Santiago Taboada, quien se perfila como el próximo gobernante de la capital.
De las palabras pasaron a los hechos, pues, incluso líderes locales de diversos sectores en esa alcaldía ya manifestaron su apoyo al candidato aliancista, no sólo para Iztacalco, sino también para la capital del país.
Los dirigentes territoriales de Morena en la zona no se están metiendo, pues nadie los ha llamado a apoyar a la candidata oficial, quien no tiene gran presencia en la demarcación ni experiencia en estos temas, por lo que la están dejando a su suerte.
Si acaso liderazgos como el de Pablo Trejo —quien aspiraba a ser nominado para la alcaldía— le hicieron patente su apoyo, pero quién sabe si sea suficiente para llevar a Lourdes a buen puerto, ante la marea que se está formando en favor de la oposición.
La claudicación en Iztacalco tiene que ver también con las diferencias entre el grupo de Sheinbaum con el ala dura de Morena que apoyó a Brugada, que tiene la misión de conservar la ciudad, a fin de que puedan fortalecerse para ir por el poder en 2030.
Otro factor que recrudece la división morenista es la incursión de Marcelo Ebrard en la campaña de Clara, con la que, incluso, había subido fotos de una reunión privada, anunciando que le ayudaría a coordinar su estrategia electoral rumbo a junio próximo.
Es otro de los errores estratégicos del equipo de la exalcaldesa de Iztapalapa, pues se hace acompañar de quien es señalado como uno de los culpables de la tragedia de la Línea 12, que afectó a cientos de miles de usuarios, precisamente de esa zona.
Olvidó —o quizá fue consciente— que Ebrard es enemigo de Claudia…Parece que todo se le junta a Clarita.