Blog Post

Secuestran pseudoambientalistas de Kanán a camión de cerdos con chofer en Sitilpech

Cumplen amenaza de rebelión y retienen ilegalmente camión con cerdos de la empresa porcicola Keken; violentan derechos humanos del chofer y desafían al poder judicial ante el delito de secuestro y daños a terceros.

CDMX: Cumple Kanan su amenaza que hiciera hace como 20 días cuando convoco a la rebelión en Sitilpech en municipio de Izamal  Yucatán; desafiando a la ley y al poder judicial. Secuestra un camión de la empresa Keken que transportaba más de una veintena de pequeños cerdos. La retención ilegal estuvo  encabezada por un sujeto “que en todas las reuniones incita y manipula a los de la organización La Esperanza”, identificado como Miguel Anguas, quien aparece como abogado de Kanán liderando a falsos ambientalistas.

Kanan – Esperanza advirtió que, en caso de que las autoridades competentes y gubernamentales ignorarán sus demandas “caprichosas” tomarían acciones más drásticas, como impedir el paso de los camiones con cerdos de la granja y cerrar permanentemente puntos clave de las carreteras.

Secuestran pseudoambientalistas de Kanán a camión de cerdos con chofer en Sitilpech
Cumple Kanan su amenaza

Y lo cumplieron; un grupo de más de 30 personas activistas de #Kanán arremetieron y retuvieron ilegalmente en Sitilpech un camión de la empresa porcicola Kekén que transportaba decenas de pequeños cerdos; incurriendo en graves delitos, prácticamente de secuestro, al retener a la unidad con todo y violentando los derechos humanos del chofer, a quien le impidieron mover la unidad; provocando también daños mercantiles a la empresa y consecuentemente violentan los derechos de los trabajadores y cientos de familias que viven honradamente  de sus empleos.

Los presuntos defensores de los derechos humanos  y de la dignidad de los ciudadanos, “falsos ambientalistas; no miden por lograr sus intereses pisotear los derechos humanos de terceros y de toda una población.

La retención del camión con los cerdos; fue tensa y acalorada, donde para justificarse,  los activistas mencionaban que era una “acción pacífica”, mientras gritaban frenéticamente incitando al enfrentamiento por si alguien estaba en contra de su movimiento y de la arbitrariedad y delito que estaban cometiendo.

En el video subido por Kanán en sus mismas redes,  aparece la leyenda: “Pueblo maya de Sitilpech no deja pasar camiones de Keken”, aunque la realidad es que solo era un grupo como de 30 personas, las mismas que han hecho manifestaciones anteriormente en contra de la granja Kancabchén II, y siempre han callado y no han denunciado a dos granjas clandestinas que funcionan en la comunidad  por “miembros de su organización La Esperanza” y que son los , propietarios, que cuidando sus intereses se hacen llamar “defensores del medio ambiente”; que caen en la incongruencia y la ilegalidad.

Kanan convoco a la rebelión en Sitilpech en municipio de Izamal  Yucatán.
Kanan convoco a la rebelión en Sitilpech en municipio de Izamal  Yucatán.

Ante el delito de secuestro; por la retención del camión y del chofer; llegaron al sitio dos unidades de la Secretaría de Seguridad Pública, los agentes con civilidad trataron de dialogar con los inconformes, pero los miembros de Kanán y el grupo de la gente;  se negaron de manera intransigente a entrar en razón y se aferraron contra todas las de la ley a mantener la retención de la unidad con todo chofer y cerdos.

Es también falso e incongruente que Kanán defienda Los derechos humanos, que  son los derechos que tenemos básicamente por existir como seres humanos. Estos derechos universales que son inherentes a todos nosotros, con independencia de la nacionalidad, género, origen étnico o nacional, color, religión, idioma o cualquier otra condición. Varían desde los más fundamentales, el derecho a la vida, hasta los que dan valor a nuestra vida, como los derechos a la alimentación, a la educación, al trabajo, a la salud y a la libertad; sumando los derechos Económicos, Sociales y Culturales. El derecho a trabajar en unas condiciones justas y favorables. No cabe duda que los falsos ambientalistas cometieron delitos que penalmente merecen cárcel y la sociedad los condena.