Cuando Rubén Tamez Flores decidió grabar su primer álbum, lo hizo con una convicción clara: rescatar la emoción de la ranchera clásica y proyectarla con un lenguaje actual. El resultado es un disco breve pero intenso, con siete canciones que suenan a historia, amor y raíces.
Ahora, el artista se prepara para llevar ese mismo espíritu a los escenarios con su primera gira nacional. Desde teatros hasta palenques, su propuesta busca revivir la experiencia comunitaria que siempre ha acompañado a la música regional. Con títulos como “Caballo Negro” y “Promesas al Viento”, su repertorio combina la nostalgia de los grandes charros con una frescura interpretativa que lo conecta con nuevas generaciones.
“Cada concierto será una celebración de lo que somos, un puente entre la tradición y el presente”, afirma el cantante, quien iniciará su recorrido en el norte del país antes de visitar las principales capitales mexicanas.